El sueño.
2021 sin duda ha sido un año determinante en mi vida. El año en que aún no sé cómo, grabé mi primer disco con Alfonso Samos. Decía una buena amiga que no hay cosa mejor que soñar y esperar a que la vida se encargue de que lleguen tus sueños. Tenía razón. Son tantas veces las que soñé con grabar un disco del que me sintiera orgulloso, que cuando llegó el momento sentí la magia de recibir algo que había estado esperando siempre. En alguna ocasión pensé que, tal vez, esta oportunidad llegaría en otra vida.
La llamada.
La llamada del productor. Estaba en el Bar Extremadura de Ibiza con un pequeño equipo de sonido, el cual mi amigo Vicente, dueño del Bar Anita, se encargó de que tuviese. Iba a empezar mi concierto a la hora del aperitivo, había gente. Estaba muy animado por hacer bien ese bolo, habían sido meses de confinamiento y por fin podíamos volver a cantar en los bares. Sonó el teléfono, llamada entrante de Alfonso Samos. ¿Cómo vas Jaime? ¿Qué te parece si empezamos a trabajar para grabar tu disco? Quiero grabarte. Ahí empezó todo, ahí cambio mi vida.
Alfonso Samos.
Alfonso es Alfonso, los que lo estamos conociendo sabemos que es el mejor Capitán para este barco. Es más que exigente, muy profesional y sobre todo muy buen tío. Establecimos las bases los dos y acordamos que este proyecto debía nacer de la verdad y de la honestidad. También hablamos de que nos gustaría tratarnos siempre con mucha educación, cariño y empatía. Teniendo en cuenta que Alfonso ha debido producir a gran parte de los artistas de este país, la experiencia de Alfonso con malas energías en proyectos musicales hizo que exigiera que, con independencia del resultado que tuviéramos, debíamos tratarnos con mucho respeto y amor por el trabajo. Aquí sentí que ya estábamos teniendo éxito.
Comenzó el trabajo, la aventura de enfrentarme a un reto que jamás había hecho así. Teníamos que crear diez buenas canciones para grabar y no había tiempo que perder. Empecé a escribir historias, solo historias. Luego llegaron las músicas inspiradas en las historias y posteriormente se escribieron las letras. Fue un proceso maravilloso, duro, frustrante a veces, divertido y sobre todo, real.
Yo me estaba ganando la vida en Ibiza haciendo un repertorio a guitarra y voz de versiones de música española. Este trabajo, a veces criticado, me ha dado mucha música y conocimiento de este negocio. Me sentía algo frustrado haciendo versiones porque en realidad el sueño de cualquier artista es poder defender tus propias canciones pero lo que había escrito hasta entonces no me convencía como para presentarlo a nadie y mucho menos para grabarlo. He de decir que ahora entiendo y agradezco el haberle dedicado tanto tiempo a hacer conciertos de versiones, sin ese bagaje este disco tampoco hubiera salido así.
Alfonso y yo vivimos este proceso desde el principio. Desde la primera historia que compartí con él hasta verle hacerse un solo brutal a mi lado en las Fiestas de San Carlos, han pasado muchas cosas. La emoción que siento en los directos es muy grande, supongo que es comprensible.
Acabamos la composición unos dos meses después de que empezamos. Estábamos contentos, a nosotros nos gustaba el resultado. Ahora había que meterse en el estudio a grabar todo aquello.
La banda.
Quizá de lo más orgulloso que pueda estar es del equipo humano que de manera natural hemos formado.
Al primero que conocí fue a Miquel Ferrer, comenzó a grabar las baterías del disco, él me recuerda la cara que se me puso cuando escuché la primera batería grabada. Era exactamente el sonido con el que soñaba. Recuerdo la parte instrumental de la canción “Ibiza”, era eso Miquel, ni más ni menos.
A los pocos días conocí a Javier Rojas, El Tío Calambres. Un músico con muchos rizos y un buen rollo increíble. Tiene un bajo tuneado alucinante y ya no es que toque de maravilla, es que entiende las canciones, las hace suyas y aporta muchísimo al sonido y al equipo en general. Además de esto he conectado muy bien con su locura y hasta a veces hacemos bolos mano a mano.
Nunca había visto tan de cerca a un guitarrista de la talla de Alfonso, estar presente mientras grababa las guitarras fue una experiencia que me llevo para mí.
Fue muy bonito incluir a Claudia Ottelli en el equipo, amiga mía y cantante de Ibiza que aporta, además de su única voz, su garra, su dulzura y sobre todo su espíritu constructivo por levantar esto.
Fernanda.
Fernanda es parte fundamental en mi vida, es un ser de luz único, los que la conocemos lo sabemos. Es mi compañera canalla pero también quien me dice las cosas que nadie se atreve a decirme. Al conocerla Alfonso, no dudo en invitarla a coordinar todo este follón como manager. Qué momento más bonito aquel.
José y Nuria.
José lleva apoyándome de manera altruista desde que nací más o menos. Él se ocupa de que no nos falte todo el material creativo necesario para todo esto. Ahora está haciendo una peli de dibujos que le tiene felizmente absorbido pero siempre saca tiempo para que no nos falte de nada. Eres un amigo tío. Nuria nos ayuda mucho en los eventos y además se ocupó de mi estilismo, otra maravilla de ser.
Coco y Julieta.
Fue muy graciosa la cara de Alfonso cuando le dije que para la presentación del disco había pensado en otros elementos para el show. Lo mejor de todo es que me dejó hacerlo. Coco es una bailarina brillante y hace que la canción “Besos de portal” en directo tenga una intensidad única.
Si tienes una buena amiga que hace espectáculos de fuego, es muy difícil no pedirle que saque sus llamas en este espectáculo. Jamás pensé que fuera tan impresionante la aportación de nuestra querida Julieta.
Haber podido combinar la música, la danza y el fuego y que el resultado sea tan bonito es un gran orgullo para el equipo.
Vicente.
Vicente es el padrino, me ha acogido como desde que llegué a Ibiza, fue el primero que me contrató en su Bar Anita para tocar y nos sigue ayudando todavía con una generosidad extraterrestre. Sin duda es parte de esto también.
Los seguidores.
¡Tenemos! A veces la gente me dice cosas por las calles de Ibiza, sin duda esto es para vosotr@s. Espero no decepcionaros nunca. Gracias por comprar entradas, discos, por dar abrazos, por invitar a vuestra gente a los conciertos. Espero que nos tratemos muchísimos años. Sois lo más importante, sin duda.
Todo este equipo, esta familia de niños perdidos soñadores es la que hace posible que los conciertos de Zerro sean así. Estamos soñando con irnos de gira y creo que algún día lo conseguiremos.
Ahora nos toca lanzarnos al mundo digital, vamos a ver qué tal lo pasamos, algo sacaremos en claro y sobre todo y más importante, seguiremos soñando y divirtiéndonos.
Gracias por leerme.
Zerro